lunes, 29 de marzo de 2010

PIANO TRIO EN E FLAT MAYOR

Si alguna vez existió digno sucesor de Beethoven, este fue Franz Schubert. De origen humilde, es celebre la frase que le dedicó su primer profesor de música aún siendo niño: "No tengo nada más que enseñarle, su conocimiento lo ha recibido del buen Dios."

Sin embargo el buen Dios no le ayudó en mucho más. Tras su empeño de vivir gracias a su talento, comenzó un largo peregrinaje en el que tuvo que recurrir a la generosidad de sus amigos (que tuvo la gracia de tener muchos) para sobrevivir. Sentimentalmente no le fue mucho mejor y no logro casarse con ninguna de sus amadas ni de lograr descendencia. Y sus obras no se estrenaron ni en óperas ni teatros. Nunca le gustaron los actos oficiales protagonizados por la nobleza y la etiqueta. Pero no tuvo ningún reparo en hacerlas sonar en burdeles y tabernas, ambiente al que era muy aficionado gracias a su carácter tímido pero bohemio.
Y seguramente eso le pasó factura, pues su fin le llegó por unas fiebres inducidas al contraer gonorrea. También se especula que padeciera un trastorno bipolar, el cual fuera el causante de que no finalizara un gran número de obras.

Este trio para piano, violín y violoncelo data de 1827 y fue de las últimas que compuso. Puede que os suene pues ha aparecido en múltiples obras de cine y televisión, como en la magnifica película Barry Lindon del director Stanley Kubrick. Al contrario de lo que he comentado sobre muchas de sus obras, tuvo la ocasión de oírla tocar antes de morir. Yo me alegro de esto, y seguro que el buen Franz estaba orgulloso. Porque cuando estoy en silencio y le doy al play, la sensación que tengo al oír esta pieza musical es indescriptible.

-bravecoast.

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