martes, 29 de junio de 2010

KICK ASS

¿Por qué en la vida real no hay superheroes callejeros? Eso es lo que se pergunta Dave Lizewski, el típico mierdecilla de instituto (lo que eramos la mayoría de nosotros). Y aunque al principio por poco le cuesta la vida, Kick Ass pronto se hace popular gracias a internet. El problema es que, a pesar de su buena voluntad, sigue siendo un mierdecilla. Y el mayor gangster de la ciudad, Frank D'Amico, que está siendo asediado por dos tipos que sí parecen ser auténticos superheores, llega a la conclusión equivocada de que Kick Ass es el auténtico grano de su culo. Y ya no piensa en otra cosa que no sea reventarlo de una vez.

Lo mejor de la película es que desenfadada, combinando el cine de acción con el de adolescentes. Es divertida porque solo pretende eso, divertir. Y sin pretender ser Watchmen, también aporta su punto de vista sobre como serían los superheroes en la realidad. Logra implementar con efectividad elementos de la vida corriente como el poder de internet y de los medios de comunicación, las ansias de ganar popularidad y como no, las desventuras del adolescente medio de instituto. Pero más allá de todo esto, también contamos con un (anti)heroe de la calle. Un individuo que, aunque pueda ser tomado por loco, es capaz de recibir un saco de ostias por defender a un don nadie de una paliza. Alguien a quien si le preguntas ¿por qué haces esto?, te contesta que lo hace porque los que están a su lado se tapan los ojos. Alguien necesario.

Sin embargo es de rigor aclarar que, desde mi punto de vista, la mayoría de aciertos que tiene la peli se los debe al cómic que adapta. Una obra maestra de Mark Millar y John Romita Jr., y que veo superior a la película. Es mucho más cruda, tres veces más cínica, y desde luego mil veces más salvaje y violenta (incluso demasiado para mi gusto). Altamente recomendable.

Los dos superheores reales son Big Daddy y su hija Hit Girl, a los que luego se suma otro llamado Red Mist (que por cierto, los tres sufren de los peores doblajes que he oido en mi vida). El primero es un alias de Batman interpretado por Nicholas Cage. Diré que lo hace bien y así zanjamos el tema. A Red Mist lo interpreta el actor que hizo del genial Foggel o McLovin en "Supersalidos". Pero la reina de la función es Hit Girl. En palabras de Kick Ass, la niña es una mezcla de Rambo y Polly Pocket. Y se merece ella solita un cómic y una peli en exclusiva. Ya.


Por cierto, entre los sicarios del villano hay un buen puñado de actores que a todo seguidor de las pelis de Guy Ritchie nos sonará. Tal vez sea porque el director de Kick Ass, Matthew Vaughn, ha producido muchas de sus películas. Y tal vez por eso se note cierto toque "Ritchie" en este film. Avisados estáis.

-bravecoast.

jueves, 24 de junio de 2010

LIGERAMENTE DESENFOCADO

En 1946 Robert Capa se codea con el mundillo de Hollywood. La International Pictures le contrata para la redacción de sus memorias de guerra para crear un guión de cine. Este proyecto le ilusionaba y además le permitía estar cerca de su última amante, Ingrid Bergman, que por entonces rodaba junto a Gary Grant la película "Encadenados". Hay que decir que esta relación no pasó desapercibida para su director Alfred Hitchcock, y la utilizaría para representar la relación entre Grace Kelly y James Stewart en "La ventana indiscreta", donde curiosamente este último es un reportero gráfico.

Una vez roto el sueño de Hollywood (y terminada la relación con Bergman), Capa decidió terminar con aquellas memorias pero ya para publicarlas. El texto narra con agilidad sus aventuras desde que una mañana le llegan dos cartas en su apartamento de Nueva York. En una se le declara como potencial enemigo extranjero (su país de origen, Hungría, colaboraba con los países del eje) y le impedía ejercer de periodista y alejarse de la ciudad. El otro era de la revista Collier's, ofreciéndole un puesto de reportero para cubrir la guerra junto a los norteamericanos. Por supuesto Capa acepta la oferta, y así hizo fotos para esta y para Life durante su estancia en Inglaterra, la campaña de África, la liberación de Francia, la Batalla de las Ardenas y alcanzar el Nido del Águila en Austria.

Hay que dejar claro que no estamos ante unas auténticas memorias. Capa reinventó su historia, tal como hizo con si mismo. Su intención no fue manipular la historia, o mostrar y ocultar los hechos según sus propios intereses. Simplemente su primera intención era dar pie a una película, tal como dije antes, y para ello quiso mostrar una historia divertida, ágil, llena de anécdotas donde su protagonista resuelve toda situación adversa gracias a su ingenio, su caradura pero a veces también con sorprendente ingenuidad. Capa moldea todo para ofrecer una novela de aventuras donde la guerra queda en segundo plano. Aquí lo interesante es seguir la vida del periodista bélico. Personas que han de ser cínicas porque van allí con un trabajo muy concreto: informar y salir vivos.

La mejor muestra de ello son las fotos que acompañan al libro. En ellas es fácil observar que, a diferencia del texto, no hay cabida para la invención. Los soldados, ciudadanos y muertos son personajes muy reales. La muestra más famosa son el puñado de fotos que logró hacer en plena playa Omaha, cuya narración de los hechos es totalmente estremecedor. O las fotografías de las mujeres acusadas de intimar con el enemigo, siendo maltratadas entre las risas de sus vecinos. Sin embargo mi foto favorita es la del niño encima del tanque, tocándose la nariz en pleno discurso de De Gaulle. Por cierto, la edición del libro tiene el fallo que las fotografías que se muestran a doble página no se pueden ver bien en la parte que están cosidas al libro. Casi hubiera sido mejor mostrarlas todas a una sola página.

También se nos muestra su relación con una joven inglesa a quien apoda Pinky. Relación más bien tormentosa, pues no parece que puedan lograr pasar juntos más que unos breves minutos antes que todo tipo de problemas les haga volver a separarse de nuevo. Pinky se trataba en realidad de la esposa de un joven actor llamado John Justin. Tanto en el libro como en la realidad terminó casándose con otro joven, y así el pobre Capa da fin al libro tal como lo comenzó: "Ya no tengo motivo alguno por el que levantarme cada mañana".

-bravecoast.

sábado, 5 de junio de 2010

PARIS

Puede sorprender que ponga una canción de La oreja de Van Gogh en este blog.
Pero tengo muchos motivos.
Sobretodo esta canción, en esta semana.
Lo lamento pero no me veo capaz de continuar este post. La canción habla por si misma. Expresa bastante bien lo que siento.


-bravecoast.