viernes, 19 de agosto de 2011

13 ASESINOS

Siglo XIX. Japón. El joven lord Naritsugu, Gorô Inagaki, siembra el horror allá por donde pasa, resultando siempre impune gracias a que es el hermanastro del Shogun. Temeroso de sus excesos y de que en un futuro adquiera aún más poder, un ministro pide al veterano samurai Shinzaemon Shimada, Kôji Yakusho, que eliminé al sádico noble. Al comprobar con sus propios ojos los frutos de la crueldad de Naritsugu, Shimada acepta y agradece la oportunidad de poder dar su vida por una misión tan noble.

Shimada recluta a otros samurais, entre ellos a su sobrino Shinrokuro, y prepara un plan para emboscar la comitiva del lord. Sin embargo este cuenta con Hanbei como jefe de su guardia, otro maduro samurai y antiguo compañero de Shimada. Las cartas están echadas, y tanto unos como otros no dudarán en darlo todo en una lucha despiadada, jugandose la vida por honor.

'13 asesinos' es una película violenta. No se ve mucha sangre (que la hay). No se ven miembros volando ni chorros rojos emanando como fuentes. Pero el impacto que ofrecen algunas imágenes hacen que sea imposible no hacer alguna mueca. Empieza con un suicidio ritual de un gran señor, donde solo basta con escuchar como se rasgan las tripas y ver las convulsiones de su rostro para sentirte mal. Luego pasamos a contemplar los actos atroces de lord Naritsugu, uno de los psicopatas más inhumanos que haya conocido desde una butaca. Un villano que no trata de iniciar una nueva era, si no tergiversar las reglas actuales y pasadas para dar alas a su crueldad.

Pero la película de Takashi Miike nos ofrece mucho más. Tenemos ese carácter de 'western' crepuscular que impregna toda la cinta. En esta época impera la paz y los samurais empiezan a ser guerreros obsoletos y desocupados. La generación más joven es inexperta, pobre, o pierde el tiempo en burdeles y casas de apuestas como hace Shinrokuro. Este representa a esa generación perdida, indecisa ante la posibilidad de abandonar la espada y buscar otros medios menos honrosos pero más provechosos de ganarse la vida. Hanbei es el típico camarada veterano que por azares del destino se encuentre en el otro lado, dando pie a una lucha a muerte diezmando aún más la vieja generación de samurais. Un villano dandy vestido de blanco. Y por supuesto ese pequeño pueblo trampa, con olor a villa mexicana, donde los 13 mercenarios preparan una emboscada con un solo objetivo: masacre total.

Me resultó curioso cuan ajena nos resulta la cultura nipona. Entre el público del cine reinaba la incredulidad ante ciertas escenas, como en los suicidios rituales o la actitud de Hanbei, quien a sabiendas de la maldad de su señor sabe que su misión es protegerle la vida. También sorprenden ciertos dialogos como aquel en que el maestro Shimada dice a sus acompañantes que a partir de ahora sus vidas les pertenece, y no dudara en usarlas con tal de lograr su objetivo. Esto se debe a que su concepto del honor es como poco bastante alejado del nuestro. También puede desconcertarnos el final de Niga, el último de los asesinos, debido a nuestra falta de conocimiento sobre la demonología japonesa.

Creo que '13 asesinos' no tardará en considerarse un clásico del género, destacando la abrumadora batalla final que ocupa un tercio de toda la cinta. Acción, drama, violencia, venganza, honor, camaradería, belleza, sadismo, valentía... todo confluye en una película que muy pocos olvidaremos.

-bravecoast.

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