jueves, 26 de marzo de 2009

WHY CAN'T WE BE FRIENDS?

Esta noche vuelve a convocarse una manifestación estudiantil en Barcelona, contra el Plan Bolonia y la actuación de los Mossos d'Esquadra de la semana pasada. Por ahora las Ramblas están cerradas y acordonadas por efectivos de la policía autonómica, y los manifestantes han optado por una ruta alternativa. Por lo que parece no se volverán a repetir las bochornosas imágenes del jueves pasado. No quiero ejercer el papel de moralizador hipócrita. Solo diré tres cosas. Una, aquel que da banderazos ya sabe a que venia y a que atenerse. Dos, los antidisturbios deberían evitar disturbios como su nombre indica, y no provocarlos. Tres, he visto manifestaciones más violentas que la del jueves en Barcelona, pero como en esta también zurraron a los periodistas, ya claman en periodicos que han de rodar cabezas. Y bueno que cada uno saque sus conclusiones.

Lo que pasa es que nos faltan ejemplos y modelos de valores. Pues yo en estas situaciones tiro de clásicos, y a clásicos los Teleñecos no hay quien les gane. Aquí una muestra:


Yo es que si fuera el que dirige la manifestación lo tendría claro. Me plantaría delante de los Mossos con toda la peña y a cantarla. No se yo si sería muy serio, pero la imagen sería cojonuda. No creo que los Mossos se unieran al cántico, pero estaría bien.

Seguro que ya habéis oido la canción antes porque Smash Mouth hizo una versión hace algunos años. Pero los autenticos creadores son un grupo latino de funk llamado War, de allá los años setenta. Y desde entonces ha sido un himno bastante cachondo al "vamos a llevarnos bien o van haber hondonadas de ostias". Como muestra, el estadio de los Dallas Stars de hockey hielo la ponen cada vez que los jugadores se quitan los guantes para bailar. Si es que a la mala leche, con humor, queda en nada.


-bravecoast.

lunes, 23 de marzo de 2009

GRAN TORINO

Walt Kowalski es un antiguo combatiente de la Guerra de Corea y trabajador jubilado de la fábrica Ford de Detroit. Ahora que ha muerto su mujer se da cuenta de lo solo que está en el mundo. Su familia le odia y solo le aguantan por lo que les pueda dejar en su testamento. Su barrio se ha degradado, los pandilleros campan a sus anchas y su adosado es la unica vivienda en condiciones. El resto del barrio lo pueblan asiaticos. Walt es un tio duro, no tiembla ante nada ni nadie, su corazón parece seco como un arbol sin savia. De su boca solo salen tres cosas: frases llena de mala leche, insultos con palabrotas, y escupitajos de tamaño super. Las tardes las pasa en su porche, bebiendo cerveza bajo la bandera americana y contemplando su verdadero hijo, el Ford Gran Torino que él mismo ayudó a construir en la fábrica.

Sin embargo irá superando poco a poco los prejuicios, tanto étnicos como xenófobos, y una relación de amistad irá creciendo entre él y dos jovenes hermanos vietnamitas de la casa de al lado. Sobretodo con el muchacho, con quien acaban compartiendo los sentimientos paterno filiales que tanto necesitaban ambos. Pero las cosas se complican en el barrio cuando una banda de pandilleros quiere obligar al muchacho a unirse a ellos, que desata una cadena de violencia hasta el gran enfrentamiento final, a pesar de los esfuerzos del joven párroco local. Aunque gran parte de la película se puede considerar un western moderno, el personaje carismático que Clint Eastwood interpreta no es tanto su típico pistolero. Su rol de Walt Kowalski se asemeja más a otro icono del actor, a Harry "Dirty" Callahan. Un justiciero violento, implacable y expeditivo, que no tiene reparos a la hora de castigar duramente a quienes se lo merecen. Y eso lo deja bien claro en la hilirante secuencia en la que se enfrenta a tres pandilleros negros que acosaban a la joven vecina. Ver a Clint Eastwood con ochenta años, su cara de pisar huevos y beber vinagre, plantar cara a esos tres cachorros, chuleandolos con el dedo indice de su dedo diciendo pum pum pum, no tiene precio. Cuando defiende su propiedad no tiene reparos en empuñar su viejo fusil Garand M1 que tan buen servicio le debió dar en Corea. Y sin embargo a la hora de la verdad se mostrará cuan tan alejado se encuentra del prototipo de veterano racista machaca pandilleros de Charles Bronson.

Ahí es donde la película marca excelentemente las diferencias. Y es que a pesar de su dureza el tio está solo, su mundo ya no existe y sus hijos no cuentan para él. Le está llegando su hora. Así el gran tio duro se nos presenta como alguien muy vulnerable, al que le atormenta el pasado y como repercutirán sus actos en los demás. Han habido actores grandiosos en Hollywood. Bogart, Newman, Harrison Ford... y luego Clint Eastwood. Pero el caso es que además como director resulta magistral. Así que el día que al viejo le llegue la hora lo vamos a lamentar. Su reguero de polvora está marcada por peliculas de tiros, sangre y cojones. Pero curiosamente encontramos piezas dramáticas repletas de humanismo y sensibilidad.Yo no conozco a nadie en Hollywood actualmente que logre lo que él. Así que por favor, disfrutemos de su talento porque al viejo le sale de hasta por las orejas. La película tiene algun fallo, la familia parece tan deshumanizada que me parece irreal (aunque vete a saber si de verdad habrá familias así...). Y el plan final sale tan redondo que resulta un poco ingenuo creerlo. Pero nada de esto desmerece esta genial película, que tal vez sea la última que Clint Eastwood protagonice.

Por cierto, el protagonista de Gran Torino también tiene gran parecido con otro personaje mítico de Eastwood. Y es que si sus actos son propios de Harry el Sucio, su actitud e historial militar nos recuerda a un sargento de artillería Highway de la tercera edad.


Y no quierdo olvidarme de una cosa. Clint Eastwood apenas tiene un soplo de voz. Así que gozar de la voz de Constantino Romero en sus personajes es uno de los pocos lujos que los doblajes nos pueden dar.
Curiosidades de la película en TePasmas.
Ficha IMDB.

-bravecoast.

jueves, 12 de marzo de 2009

SUICIDE BRAVE COAST

La verdad no soy nada original. Mi imagen de una bola ocho ardiendo la cogí cuando iba a la universidad, porque cuando viajaba en el tren a Barcelona siempre había un par de graffitis con ese dibujo y me gustaron. Mis dibujillos los hice a partir de las lecciones de un amigo que hacía cosas geniales y yo le quise imitar pero a lo cutre. Y lo reconzco. Mi legendario apodo de "bravecoast" también ha sido fruto del vulgar saqueo de la originalidad de los demás.
Todo viene de "Brave Coast", que se podría considerar una traducción de "Costa Brava" al inglés. Y es que bueno, jo soc de Blanes nois. Y en Blanes se juntaba una colla de puta madre, que me acogió y me hizo disfrutar de unos años increibles. Gracias a ello también pude vivir el esplendor de cierto movimiento musical local que acabó acuñandose como Brave Coast PunkRock, de las que surgieron grupos por toda la zona como Critick Show, Cannibal Cafe, Tailbone, Bad Mongos, HdeH, Anphetamine Eaters... y claro los Red Ribbon, que los formaron amigos de mi colla que antes comentaba. Reunidos en el Local del Molí, sobre el cual se construyó una infame estación de autobuses.
Sin embargo nunca he tenido claro que fue antes. Si "Brave Coast PunkRock", o "Suicide Brave Coast". Yo creo que fue esto último, una canción de los acelerados Bad Mongos (de la que surgió 2 Minutos d'Odi), de Palafrugell, y uno de los grupos más cojonudos que había.
Esta canción de puta madre lo testifica.


Cuando la oigo me imagino yo mismo quemandome a lo bonzo, no se por qué.
Y bueno pues la primera vez en la que pensé una dirección para mi correo quise ponerla drSlump@entuculo.com, pero estaba pillado. Así que me puse bravecoast.
Y en bravecoast me he quedado :S

-bravecoast.
PD. En el MySpace de 2 Minuts d'Odi hay una versión más currada. Pero esta contiene la esencia de aquella época :D

martes, 3 de marzo de 2009

EL HUNDIMIENTO

Yo no tengo ninguna duda de que Hitler fuera un transtornado. Pero también tengo claro que no se trataba de ningún monstruo, de ningún demonio surgido del infierno para eregirse anticristo. Hitler tenía padre y madre, y fue niño y creció. Hitler era un ser humano, como yo como tu. Aunque pensar algo así ha sido anatema durante años.

Lo bueno de El Hundimiento es como sostiene este argumento. En la película, protagonizada por un soberbio Bruno Ganz, vemos los últimos días del mencionado III Reich. Un decrépito Fuhrer se parapeta en su bunker mientras Berlín va cayendo literalmente en manos del ejercito rojo. Como todo barco que se hunde las ratas huyen del desastre, sobretodo las más gordas (como Himmler o Goering). Hitler sigue con sus delirios, viendo ejercitos y compañías donde no las hay, soñando con un contrataque y con armas secretas que no se han desarrollado. Creyendo que aún está en los tiempos que dirigía geniales estrategias propias de la Blitzkrieg. Sus generales saben la verdad del desastre que se avecina, pero se resignan a no dar freno a sus fantasias.

Cuando la situación ya es insostenible el Fuhrer se da por vencido. Viendose como la personaficación de Alemania, ve que tras él no habrá futuro y le importa un bledo que la gente sufra, deseando la destrucción total incluso con pleno resentimiento. Temiendo la profanación que sufrió el cadaver de Mussolini, decide suicidarse para acto seguido ser incinerado. Lo mismo hace su amada Eva Braun y sus dos seguidores más fieles, el matrimonio Goebbels, quienes llegan a matar a sus propios hijos. Después del nazismo no ven futuro para ellos. Lo que queda de su séquito trata de huir del cerco soviético sin conseguirlo. Los que quedan, terminan siendo prisioneros o pegandose un tiro.
Todo esto lo vemos por ojos de varios personajes. Un niño que forma parte de la "Hitlerjugend", que luchaban contra tanques sovieticos armados con lanzacohetes. Un joven oficial que ejerce de médico en el hospital del bunker. Sobre todos destaca el testimonio de Traudl Junge, secretaria del Fuhrer, la misma que redactó su testamento político. Ella misma comprueba la vorágine en la que cae el bunker, donde se desata la locura. Gracias a Junge vemos a un Adolf Hitler más íntimo. Una persona que se preocupa por la seguridad de la joven. Que es capaz de agradecer su lealtad. Que muestra simpatía hacia ella. Una persona normal.

En fin, una película muy buena. Rodada magistralmente y donde se le echa toda la carne al asador. Impresionante interpretación de Bruno Ganz, quien logra hacer creer que vemos al autentico Fuhrer en pantalla. Creo que suavizan la historia de la secretaria, quien en realidad fue presa de los sovieticos, y que aparece tal vez demasiado inocente ante todos los hechos mostrados. Pero ver esta película da mucho en lo que pensar. Y deseas que algo así no se repita jamás. No caigamos en el error de creer que una persona así no puede ser considerado como humano. El nazismo no es un fenómeno exclusivo de Alemania, se ha extendido por todo el mundo, así que no seamos tan ingenuos.


... pero lo reconozco, me encantan las parodias que ridiculizan a Hitler. ¡No lo puedo controlar!

Algunas curiosidades de la película desde Tepasmas.

-bravecoast.